La cantante cubano-estadounidense Camila Cabello brilló en la previa de la final de Liga de Campeones con una actuación que fue empañada por el desastre organizativo del partido, que provocó una retraso de más de media hora.
Cabello, que tendría que haber salido a cantar a menos de 10 minutos del pitido inicial, no comenzó su espectáculo hasta pasadas las 21:20 hora local (14:20 de Ecuador).
La nacida en Cuba, de padre mexicano y madre cubana, finalmente salió a la cancha del Stade de France, en París, vestida con un conjunto de crop top de mangas largas con abundantes vuelos blancos y falda que evocaba una sensual enagua de capas transparentes, acompañada por un centenar de bailarinas en trajes enterizos o combinaciones de blusas amarradas y polleras en colores amarillo, naranja y rojo,para colorear el escenario del fuego y pasión latinas.
“Estamos inyectando en nuestra actuación esa misma alegría y pasión, y también esa cultura mexicana-cubana. Hay mucho color y voy a mostrar de dónde soy a esa parte del mundo”, dijo la cantante, con respecto al continente europeo, en un vídeo difundido por la UEFA días antes del evento.
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La artista y su cuerpo de baile se desplazaron por un tapete azul desplegado en el césped, donde se había armado la palabra ‘HOLA‘, abriendo su presentación con la interpretación de Señorita, uno de sus primeros grandes éxitos. Luego siguieron las estrofas de Havanalisa, Havana y Bam bam.
A partir del último tema, su traje pasó de los vuelos a los flecos en un parpadeo, para darle paso a otra canción popular de su repertorio, Don’t go yet. La melodía cerró su esperada actuación cuando los bailarines formaron sobre el piso azul otra palabra, esta vez, ‘FAMILIA’.