
Como bien saben los exfumadores, cualquier método para dejar de fumar requiere ahondar en el interior de uno mismo para encontrar recursos de fuerza de voluntad a veces desconocidos hasta el momento. Afortunadamente, hay científicos que trabajan activamente por desentrañar la relación entre las emociones positivas y el deseo de abandonar el consumo de tabaco. Un estudio publicado por investigadores de la Universidad de Harvard sugiere que inducir, particularmente, un sentimiento de gratitud en los consumidores podría reducir el ansia de fumar, como por ejemplo animándoles a inscribirse en un programa ideado para atajar el consumo.
¿Cómo puede influir la gratitud en el tabaquismo? Este estudio se centra en la promoción de las emociones positivas (más que las negativas, como estamos acostumbrados a ver en las campañas públicas) a la hora de dejar de fumar, pero no todas funcionan igual; según el estudio, la compasión, por ejemplo, no tiene ese mismo efecto. Según los científicos de la Universidad de Harvard, es la gratitud lo que realmente hay que abordar a través de lo que se conoce como psicología positiva: el concepto es intentar sustituir emociones como la culpa por otras de carácter positivo, como decíamos.
En este caso, el estudio nos anima a «practicar la gratitud». Al agradecer activamente a los demás sus actos de bondad o al enumerar las razones por las que somos felices, tomamos conciencia de nuestra gratitud, lo que repercute positivamente en nuestra salud mental y física, según un estudio publicado en el Journal of Personality and Social Psychology.
Lo vemos directamente en las imágenes morbosas que adornan las cajetillas de cigarrillos en algunos países: las acciones puestas en marcha por los gobiernos para limitar el consumo de tabaco se centran en las emociones negativas y en la asociación entre fumar y la muerte o la enfermedad. Esto no siempre tiene los efectos o consecuencias deseados. Así que quizá otra forma de animar a la gente a dejar de fumar sería introducir y poner de relieve la noción de gratitud en estas acciones positivas.
Ke Wang, responsable del estudio mencionado, explica que «tales campañas deberían considerar la incorporación de la gratitud, una emoción positiva que desencadena una cascada de efectos positivos». Tendremos que esperar para ver si este estudio de la Universidad de Harvard tiene alguna repercusión en las campañas para dejar de fumar. Lo que no significa que no debamos estar ya apoyando activamente a las personas que intentan abandonar el tabaquismo.