Una lupa de bolsillo que al pasarla por un texto detecta las palabras y las lee en voz alta. Ese fue el proyecto de fin de grado de Uxue Mancisidor y Apurva San Juan, estudiantes de emprendimiento de la Facultad de Negocios de la Universidad de Mondragón. Para hacerlo realidad, las jóvenes se pusieron en contacto con Eneko Calvo, estudiante de informática de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). Ellas tenían la idea y él, junto con un equipo de diseñadores e ingenieros, la hicieron realidad.
“A largo de nuestras vidas, ya fuera en el colegio o en la familia, conocíamos o veíamos a personas que sufrían algún tipo de problema de visión o dislexia. Fue así como detectamos que existía esa necesidad y empezamos a aplicar y dar forma a esta tecnología, con el objetivo de hacer de la lectura algo más accesible”, explica Mancisidor.
Así nació ‘Lup’, una lupa de bolsillo que gracias a la inteligencia artificial facilita la lectura para que las personas mayores, niños con dislexia o pacientes que hayan sufrido pérdidas en la visión tengan autonomía suficiente para enfrentarse a cualquier tipo de texto y realizar actividades cotidianas en su día a día. “Nuestra idea era crear algo que ayudara a las personas con problemas de visión, pero luego nos dimos cuenta que ‘Lup’ también servía para las personas con dislexia o a aquellas personas a las que les cuesta leer”, explica a este periódico Eneko Calvo.
El diseño del dispositivo es sencillo y pueden utilizarlo las personas que no están familiarizadas con las nuevas tecnologías. “Era importante que las personas mayores lo encontraran fácil de usar, por eso pensamos en un dispositivo que no contara con conexión a internet, ni cobertura ni dependiera de un teléfono móvil u ordenador”, sostiene.
No obstante, a la lupa inteligente se le suma la creación de una aplicación móvil, para aquellos que están familiarizados con este tipo de tecnologías puedan utilizarla sin adquirir el dispositivo. La app, además de facilitar la lectura al usuario, también está adaptada para que especialistas como logopedas, oftalmólogos u optometristas puedan usarla como complemento al tratamiento de sus pacientes. “También sirve para que personas con problemas visuales sigan entrenando su visión y mejorándola. No es solo para personas que no pueden ver, también sirve para aquellas que quieren entrenar y recuperar visión”, detalla Calvo, que asegura que la app “se puede integrar con facilidad en cualquier residencia, colegio o centro de día, y está operativa para Android y iPhone”.
La aplicación también permite importar archivos PDF o imágenes, por lo que el texto que contienen se puede pasar a voz, algo que, según detalla Calvo, “puede ayudar a los estudiantes que tienen problemas a la hora de leer, pero también a los que les parece más sencillo entender o memorizar un texto que está leído en voz alta por otra persona”, indica.
Gracias a este proyecto, los jóvenes, de entre 23 y 24 años, han ganado el Premio en Economía Sénior de la sexta edición de los Premios Fundación MAPFRE a la Innovación Social, en el que han participado 350 iniciativas desarrolladas por científicos, investigadores y estudiantes de universidades y escuelas de negocios. “Gracias a este galardón, ‘Lup’ es reconocida como una tecnología única capaz de solucionar uno de los grandes problemas que sufre la sociedad cada día: la falta de accesibilidad en la lectura. Otorgar más autonomía e independencia a las personas con problemas de visión es el objetivo que marcamos al principio del proyecto, y por en el que seguiremos invirtiendo tras recibir este premio”, asegura Mancisidor.
Los jóvenes han patentado el dispositivo y se encuentra en venta en la página web lup.es, aunque su objetivo es expandirse fuera de Europa. “Todo aquel que quiera lo puede reservar en la web en su versión clásica, que cuenta con lectura en dos idiomas a elegir entre más de 30 o en su versión profesional, que cuenta con lectura y traducción a más de 30 idiomas, además de navegador inteligente, asistente y lente con aumento personalizable”, concluye Calvo.